el frío de Junio

Ya estamos casi de invierno, lo más lanudo y melancólico a mano en el closet.

La manera absurda de imitación hacia patrones ya establecidos.

No quiero borrar, sólo tapar con cosas, como cuando uno entierra algo para no verlo, o guardarlo, pero siempre sabes que está ahí, debajo de toda esa tierra, no que se fue, y ya no se verá más.
Si, tengo que reconocer la angustia, (por diferentes motivos, claro) tengo también que reirme por reconocerlo en este medio, estimado y gran no-lector-virtual. Reírme de la paradoja, reírme de que casi estoy reconociendo todo, empelotándome al frente de todos éstos desconocidos, entre los cuales, siempre-aparece-un-conocido.

pueblo chico (o chino?) infierno grande, inentendible y gran océano gigante, de puro infierno, de risas de esquina, de paseos a la plaza, al correo. Así crecimos, ventilando todos los trapitos posibles aunque no fuera ni intencional, ni necesario. La gente se aburre, necesita olvidar por un momento la débil y básica vida que se lleva por éstos días... cómo mandarse un vodka tónica al seco, es exactamente igual.